jueves, 5 de agosto de 2010

EL OCTAVO MES



Durante el octavo mes de embarazo el peso de tu hijo aumenta de forma considerable, sobretodo en los últimos dos meses y medio de embarazo, cuando adquiere el 50% del peso de término; alrededor de 1.700 gramos. Este aumento de tamaño ocasiona que casi todo el espacio del útero esté ocupado, por lo que sus posibilidades de movimiento disminuyen.



A las 32 semanas de gestación tu hijo se encuentra totalmente formado, no obstante aún cuenta con pocas reservas de grasa debajo de la piel.
Si naciese en esta época, necesitaría cuidados especiales en una incubadora.

Sus huesos se han desarrollados por completo, aunque todavía son blandos y flexibles.

Su cuerpo empieza a almacenar calcio, hierro y fósforo.

Si tu hijo es niño, sus testículos, que comenzaron a descender en la semana 12 de embarazo, migran a través del conducto inguinal hasta alcanzar el escroto a las 32 semanas de gestación.



Al final de esta semana mide alrededor de 42 cm. de longitud y pesa unos 1.800 gramos de media. Si el peso de tu hijo está entre 1.300 y 2.375 gramos no debes preocuparte, ya que se encuentra dentro de los valores considerados normales.

Su cerebro sigue desarrollándose; se forman las neuronas olfativas, por lo que comienza a percibir los olores fuertes que te encuentras.

El vello (laguno) que cubría su cuerpo comienza a caer.

Sus movimientos son vigorosos, las patadas resultan tan enérgicas que pueden cortarte la respiración.
A veces los movimientos tienen carácter espasmódico, suele tratarse de episodios de hipo debidos quizás a la deglución de líquido amniótico.
Al tragar el líquido amniótico el feto hace que el canal alimentario practique en sus funciones.

Tu hijo crece desde unos 39 cm. de longitud al inicio del octavo mes de embarazo hasta aproximadamente 42 cm. a los ocho meses de embarazo.
Su peso aumenta desde alrededor de 1.320 gramos hasta unos 1.800 gramos de media.



En la semana 29 de gestación la cabeza de tu hijo ya tiene un tamaño más o menos proporcionado con el resto del cuerpo.

Sus pulmones empiezan a producir surfactante, una sustancia que le permitirá respirar cuando nazca al evitar que los pulmones se colapsen.

Probablemente sientas que tus órganos internos están siendo presionados por el niño. La presión se ejerce sobre el hígado, diafragma, estómago e intestino.



Al final de esta semana mide alrededor de 39 cm. de longitud y pesa unos 1.320 gramos de media. Si el peso de tu hijo está entre 845 y 1.800 gramos no debes preocuparte, ya que se encuentra dentro de los valores considerados normales.



A las 30 semanas de gestación el cerebro prosigue su desarrollo, se forman las neuronas olfativas, por lo que tu hijo ya empieza a percibir los olores fuertes que te encuentras.

Es capaz de reconocer y recordar tu voz.

Realiza movimientos respiratorios rítmicos.

El niño probablemente siente las contracciones de Braxton Hicks, aunque tú no te percates de ellas.

Se mueve de forma más vigorosa cuando estás en una postura que no le gusta.



Al final de esta semana mide alrededor de 40 cm. de longitud y pesa unos 1.413 gramos de media. Si el peso de tu hijo está entre 1.005 y 2.000 gramos no debes preocuparte, ya que se encuentra dentro de los valores considerados normales.



Durante la semana 31 de embarazo tu hijo está acumulando grasa bajo la piel que le servirá para mantener su temperatura constante de forma autónoma cuando nazca. Esto hace que su piel anteriormente arrugada comience a suavizarse presentando una apariencia más similar a la que tendrá después del parto.

El laguno (vello fino) que cubría su cuerpo comienza a caer.

Aunque tu sientas dificultad para respirar, el niño esta recibiendo suficiente oxígeno.



Al final de esta semana mide alrededor de 41 cm. de longitud y pesa unos 1.650 gramos de media. Si el peso de tu hijo está entre 1.150 y 2.200 gramos no debes preocuparte, ya que se encuentra dentro de los valores considerados normales.

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